WUF: Más que compañía, los perros de apoyo emocional ayudan a sanar desde el corazón
- Vielka Bahamonde
- hace 4 días
- 3 Min. de lectura
Cada vez más personas encuentran en los perros un apoyo para sobrellevar la ansiedad, el estrés o la depresión. Aunque no son lo mismo que los perros de servicio, los animales de apoyo emocional cumplen un rol vital en la salud mental y el bienestar cotidiano.

En los últimos años, el vínculo entre humanos y animales ha dejado de verse solo como una relación de compañía para convertirse en una fuente comprobada de bienestar emocional. En ese contexto, los perros de apoyo emocional han ganado visibilidad como aliados terapéuticos que ayudan a personas que enfrentan distintos desafíos psicológicos o emocionales.
A diferencia de los perros de servicio, que están entrenados para realizar tareas específicas como guiar a personas con discapacidad visual o detectar crisis médicas, los perros de apoyo emocional no requieren un entrenamiento especializado. Su rol se basa principalmente en brindar afecto, compañía y estabilidad emocional a sus tutores. Esta presencia constante puede reducir los niveles de ansiedad, calmar episodios de estrés y promover rutinas más saludables.
La ciencia respalda este vínculo. Diversos estudios han demostrado que interactuar con un perro puede disminuir los niveles de cortisol la hormona del estrés y aumentar la oxitocina, relacionada con la sensación de calma y conexión. En tiempos donde los problemas de salud mental son cada vez más comunes, la simple compañía de un perro puede marcar la diferencia entre un mal día y uno más llevadero.
Historias que sanan
Cami, la perrita que acompañó a una víctima en el juicio
En 2024, una perrita llamada Cami hizo historia en España al convertirse en la primera perra de apoyo emocional en asistir a una víctima de violencia de género durante un juicio. Cami forma parte del programa “Huella de Apoyo” de la Policía Local de Santa Pola, en Alicante. Su función fue estar al lado de la víctima mientras testificaba, ofreciéndole contención emocional en un momento de alta carga psicológica.
Durante la audiencia, Cami permaneció junto a la mujer, ayudándola a mantener la calma y reducir la ansiedad. “Su sola presencia fue suficiente para que la víctima se sintiera acompañada y segura”, explicaron las autoridades locales tras el caso.
El gesto simbólico tuvo un gran impacto: marcó un precedente en el sistema judicial español y visibilizó el rol que estos perros pueden tener en espacios donde las palabras no bastan.
Nube, la compañera que ayudó a superar la ansiedad
A cientos de kilómetros, en Bolivia, Mariana, de 32 años, fue diagnosticada con trastorno de ansiedad generalizada y depresión moderada. Su terapeuta le sugirió incorporar un perro de apoyo emocional en su tratamiento. Así llegó Nube, una perrita mestiza que se convirtió en su compañera inseparable.
En una entrevista, Mariana contó que, antes de adoptar a Nube, pasaba días sin salir de su habitación. Con el tiempo, las rutinas de paseo, alimentación y cuidado transformaron su vida. Nube no solo la acompaña en momentos de ansiedad, sino que también le ha devuelto el sentido de responsabilidad y conexión con el presente. Su caso resume la esencia de los perros de apoyo emocional: brindar una presencia constante, libre de juicio, que ayuda a reconstruir la estabilidad emocional desde el cariño.
Un acompañamiento que también requiere responsabilidad
Aunque su papel es profundamente beneficioso, tener un perro de apoyo emocional implica responsabilidad y compromiso. No se trata únicamente de buscar consuelo, sino también de ofrecer bienestar al animal. Un perro equilibrado con ejercicio, atención veterinaria y afecto será un mejor compañero para su tutor.
En el Perú, la figura de los perros de apoyo emocional aún no está regulada legalmente, aunque algunos entornos laborales, residenciales y aerolíneas comienzan a adoptar políticas más inclusivas hacia ellos. Los especialistas recomiendan que las personas interesadas consulten previamente con un profesional en salud mental, quien puede evaluar si un perro de apoyo emocional puede complementar su proceso terapéutico.
El poder de sanar juntos
Más allá de las leyes o los títulos, los perros de apoyo emocional nos recuerdan algo esencial: el poder de la empatía entre especies. En un mundo acelerado, hiperconectado y muchas veces solitario, estos animales nos enseñan la importancia de la presencia, del silencio compartido y del amor sin condiciones.
Porque a veces, la mejor medicina no viene en pastillas, sino en forma de patas, mirada tierna y un corazón que late al ritmo del nuestro.
Y en esa misma línea, WUF promueve la adopción responsable y el vínculo afectivo entre humanos y animales. Cada perro adoptado no solo encuentra un hogar, sino también la oportunidad de transformar vidas.
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